Ya no te habla, ya no te saluda, no hay ningún contacto de amistad. Sólo miradas. Solamente. Miradas que pueden decir mucho, o poco. Que una mirada dice más que mil palabras, pero a veces no tiene por qué ser así. Que ya nada es igual que antes. Que pasó de nada a todo, y de todo a nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario