10 de diciembre de 2011

Cuenta mis sonrisas,mis besos , mis abrazos, mis peleas, mis tequieros,mis miradas, mis manias, mis suspiros, mis caricias..
y sumalo todo.
Sumalo, hazme caso.
Ahora cuenta las mentiras que te he contado , las veces que te he engañado o fallado.
Y restalo a lo anterior.
Lo tienes?
Genial
Haz lo mismo con ella.
¡Hazlo!
Es cuestión de cálculos que te des cuenta de que nadie te va a querer como yo.

9 de diciembre de 2011

¿Qué por que nos dejamos de hablar? Es interesante la pregunta. ¿Por qué? Quizá porque me canse de ser yo siempre, de arrastrarme tanto, de que me pisasen. Quizá porque a él en ningún momento le importo lo nuestro, porque ciertamente jamás le importe yo. Quizá haya sido solo porque tenía que ser, porque el destino lo quería, y la verdad es que sé que a ambos nos gustaría pensar eso. Quizá él lo piense. Quizá le guste vivir engañado, a mi también me gustaría, pero no puedo. ¿Qué por que nos dejamos de hablar? Quizá porque me utilizó, me engañó, me comió la oreja y, lo que es peor, luego me hizo descubrir por las malas que todo era mentira. Quizá porque nunca se preocupó por mi, y porque nunca apreció que yo me preocupase por él. Quizá porque a él no le dolería separarse de mi por mucho que me hiciera creer que si. Quizá porque la encontró a ella, y yo ya no solo no era su preferida sino que ni siquiera estaba en su mundo. Quizá porque me hizo sentir como si molestase, como si mis "hola" le amargaran el día. Quizá porque él jamás leerá esto y, si lo lee, le dará igual, porque yo le doy igual ahora y le di igual siempre. Quizá porque, en caso de que todo esto fuese mentira, él jamás sería capaz de decírmelo. Y así me demuestra que en realidad, es todo verdad. 

6 de diciembre de 2011

Escúchale, no la pierdas.

Ve a tu habitación y cierra la puerta. Apaga el móvil, el ordenador y desconecta el teléfono fijo. Lleves lo que lleves quítatelo, ponte el pijama y échate en la cama. Llevas tiempo evitándolo, pero ha llegado el momento de hablar y reflexionar contigo mismo. Ahora es cuando te quedas en silencio, todavía no es momento de pensar en nada ni en nadie. Deja la mente en blanco hasta que consigas escuchar a tu corazón. ¿Lo oyes? Pum pum, pum pum. Está tranquilo, relajado, no tiene presiones ni miedos, sabe que vas a hablar con él y que por fin lo vas a escuchar. Pum pum, pum pum. Llevaba tiempo llamándote a gritos, pero no le habías prestado la menor atención hasta ahora. Este es el momento en el que debes solucionar tus mayores dudas, tus preguntas y tus porqués. ¿Continúas escuchándolo? Pum pum, pum pum. Si no sabes cómo empezar yo te ayudo, en primer lugar observa el techo. Sí, exacto, es una tontería. Contémplalo. Ahora es cuando debe de aparecerse la cara sonriente de ella. Ella, tu chica. A la que estás deseando llamar, ver, besar, cuidar, abrazar y todos los infinitivos que se te vengan a la mente cuando recuerdas sus ojos, su sonrisa y su dulce, suave y diminuta boca. Acuérdate, en este momento solo lo escuchas a él; pum pum, pum pum. Cierra los ojos de golpe. Acuérdate de los momentos vividos con ella. Todos y cada uno de ellos, los abrazos, paseos, besos, caricias, juegos, risas, lágrimas… Un momento, ¿Estás sonriendo? Eso que veo en la comisura de tus labios… ¿es una sonrisa? Pum pum, pum pum. Además tu corazón… ¿Se acelera? Amigo mío… Malas noticias… Creo que estás enamorado. No sé qué te habrá hecho esa muchacha para que necesites darles tantas vueltas al asunto, pero… Te lo aconsejo: no la pierdas. Ella es el eje de tu vida.

4 de diciembre de 2011

Antes cuando te veía, mi corazón se aceleraba...me ponía colorada y empezaba a sentir calor, nerviosismo y temblaba...me decía si tengo calor no sé por qué coño tiemblo pero en cambio ahora ya eres como el sol en invierno...estás ahí pero ya no me das calor.