29 de abril de 2011

Hoy es un día de ésos en los que verdaderamente tienes ganas de disfrutarlo al máximo, de cada minuto como si fuera el último de tu vida. De ésos en los que te levantas con una sonrisa en la cara aunque esté lloviendo y esté el sol escondido, de ésos en los que saltas en los charcos que dejan los restos de la lluvia, en los que corres debajo de la lluvia para disfrutar al máximo cada gota que cae. Es un día de ésos en los que sólo tienes ganas de reír, de cantar, de hacer locuras, las nunca hechas, de tener valor para hacer cualquier cosa que otros días ni se te pasaría por la cabeza hacerla. De ésos en los que verdaderamente piensas positivamente, se te cruce la piedra que sea, tú coges fuerza, pillas carrerilla... y... PAF!:) ... la saltas! Sigues tu camino hacia delante mirando al horizonte, pensando en todas las maravillas que te da la vida y que otros días ni te das cuenta de que están ahí. Es un día de ésos en los que te da igual todo, absolutamente todo, solamente quieres ser feliz, aunque al día siguiente sepas que habrá posibilidades de levantarte todo lo contrario de hoy, pero te volverá a animar saber que al siguiente día, caben muchas posibilidades más de volver a tener un día de éstos, de los que merecen la pena tenerlos, y mucha. Es un día de ésos en los que solamente una cosa te hace sentirlo así: él.



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